Inversores, Confianza y Fideicomisos

Un nuevo modelo productivo y de comercializaciondonde estamos, quienes somosdonde estamos, quienes somos

En varias oportunidades, el programa de “Asociatividad Empresarial Internacional”, de nuestra autoria, lo propusimos instrumentar bajo la forma jurídica de Fideicomisos de Producción y de Comercialización.  Y también en su caso, financieros

Últimamente, recibimos desde el exterior y también en lo local, algunas preguntas, sobre la figura de los Fideicomisos. Nosotros los hemos alentado, siempre opinando, que son herramientas necesarias y más en estos momentos de incertidumbre económica global, pero de grandes capitales buscando destino y rentabilidad. Pero también resguardo de la inversión.

Pongamos un poco de claridad, porque con esta figura últimamente, se han multiplicado la oferta de negocios jurídicos muy variados.

Primero señalemos, que la misma palabra, ya significa, «fe y confianza». Destaquemos también que es una figura jurídica que permite aislar bienes, flujos de fondos, negocios, derechos, acciones y otros activos, en un patrimonio independiente y separado con diferentes finalidades.

Esta figura nos es como otras, un “invento Argentino”, su correlato anglosajón es el trust y cuenta con antiguas raíces en el derecho romano. Es un instrumento de uso muy extendido en el mundo.

En Argentina está regulado en nuestro nuevo Código Civil y Comercial.

Lejos de hablar de su instrumentación, que lo harán abogadores, escribanos y contadores, a nosotros nos interesa hablar de la confianza que los mismos despiertan o no en un inversor y en su defensa diremos, que cuando el mismo está bien instrumentado, es absolutamente confiable. Más allá de que cualquiera pueda exigir la retribución por los daños y perjuicios que le causaren.

Y nos referimos a los inversores, quizás más a los extranjeros que a los locales, porque estos fideicomisos, les permite invertir su capital en un negocio que será manejado por un experto que actúa con la prudencia y diligencia del buen hombre de negocios, a quien se le permite, dentro de la ley, armar estructuras jurídicas que se ajustan de forma muy precisa al objetivo buscado.

De esto hablamos entre otras figuras en el asociativismo,” producción y comercialización”, por ejemplo.

En todo negocio jurídico y miente o engaña aquel, que no habla de riesgos, tampoco en el fideicomiso, se puede asegurar rendimientos, ni ganancias, ni  beneficios ilimitados, sin riesgo alguno, pero si en el fideicomiso, podemos asegurar, experiencia, diligencia y honestidad en el manejo del negocio.

Somos nosotros unos de los tantos o quizás los que, con más insistencia, hemos señalado a nuestros legisladores, a nuestras autoridades y empresarios, que si bien no hay demasiada jurisprudencia al respecto, porque no ha sido origen de mayores litigios, la laguna más marcada, es la falta de Autoridad de Aplicación y más de una vez, hemos señalado la importancia, que traería aparejado, en la reglamentación, señalizar este aspecto en los fideicomisos ordinarios.

No así, en los fideicomisos financieros, que específicamente, rige, la Comisión Nacional de Valores.

Ello le daría mayor confianza al inversor local y extranjero, tendría mayor eficacia el negocio, se registrarían las actuaciones y daría mayor efectividad a las empresas a la hora de conseguir financiamiento formal e informal.

Tenemos el instrumento jurídico, que da confianza y asegura experiencia y honestidad en su manejo. Tenemos la fiducia que nos permite aislar los bienes. Nos obliga a cuentas separadas y excluidos tanto de la garantía de los acreedores, como de fiduciarios y fiduciantes.

donde estamos, quienes somosEn definitiva, podemos atraer a los inversores locales y extranjeros. Solo debemos usarlos y promoverlos con responsabilidad y que nuestra dirigencia política y empresarial, lo valore como tal.

 

Dr. Jorge Nelson Ripa

 www.ripa.com.ar