Las certezas de hoy y las incógnitas del mañana

No hay un cambio de rumbo en mi peregrinar de más de 40 años en temas de comercialización internacional. Siempre aposté por ello, porque tenía certezas.

Por allá en 1990, con unos enólogos realizamos un viaje a Estados Unidos (visitamos más de 11 Estados, de costa a costa) estudiando para un proyecto de Vinos del Oeste Argentino, todo lo relacionado a su impo/expo, requisitos y establecimiento de un hub logístico.

En el marco de ese viaje nos brindaron una presentación, que a mí particularmente me sorprendió y cautivo. Conocimos unas primeras pruebas de Internet.

A mi regreso, empezamos un seguimiento diario de aquel tema de Internet y con el Sr. Embajador Carlos Ortiz de Rozas, hombre de gran inteligencia, a quien siempre rindo homenaje por su incomparable generosidad, de estrechos contactos en EE.UU y en Naciones Unidas y en sucesivos viajes míos a New York y Ginebra me contacte con los primeros programas, en la década de 1990 cuando en UNCTAD surge el concepto de mundialización.

Dándole continuidad entre 1992 a los programas de Asociaciones de Comercio y luego en 1994 al programa Trade Point de UNCTAD y también con Internacional Trade Center.

Todo ese bagaje internacional lo trajimos a Mendoza y en 1995 fundamos junto a varias empresas locales Trade Point Mendoza. (Centro de Comercio y Desarrollo Empresarial Internacional, orientado fundamentalmente a las Pymes)

Luego en 1997 lanzamos lo que sería conocido como el primer portal de comercio electrónico Iberoamericano. (Red TPMnet: E-commerce, redes y centros de desarrollo municipal de pymes; aliados a SEBRAE de Brasil; catálogos y rondas de negocios virtuales, etc, etc)

Creo que esa trayectoria, avala cuando digo que en base a certezas iniciamos un camino a la Internacionalización de Mendoza, que si no hubiera sido fundamentalmente por intereses políticos, hoy sería tanto o más valioso que cualquier otro comparable a nivel mundial, porque reunía localmente un valioso capital humano y de gran conocimiento tecnológico.

Así entonces, a pesar de todos y cada uno de los momentos difíciles que atravesó Mendoza, nunca nos apartamos del camino de la internacionalización, pero reitero, trabajamos sobre certezas de adónde se dirigía ese mundo marcado a fuego por la globalización.

Hoy no es así, hoy tenemos un futuro mundial plagado de incógnitas.

Esta crisis de la pandemia, va más allá de los conflictos económicos, más allá de guerras o disputas conocidas, esta crisis humanitaria nos plantea al mundo que viene con grandes  incógnitas. Nosotros tenemos la obligación ética de proponer y aportar sobre certezas.

Hoy, en Nuestra Mendoza la única certeza y necesidad apremiante que visualizamos es la de apuntalar y apalancar los pilares básicos de nuestra economía: “Trabajo, Producción y Comercialización local”.

La realidad nos lleva a afirmar sin claroscuros que toda acción y estrategia inteligente desde lo público y privado, todo nuestro resto económico y potencial humano, debe dirigirse a ello a lo básico y fundamental.

Luego vendrá el tiempo de retomar la internacionalización y la integración al mundo. Y ese tiempo será mañana. Ahora debemos abocarnos a nuestro presente.

Entre otras incógnitas que nos depara el futuro, están los impredecibles cambios de los mercados globales y aún los de nuestros vecinos, serán tan grandes y con un final abierto, que lo más aconsejable ahora es no gastar esfuerzo, ni derrochar energías y sobretodo dinero en vano.

Hoy tenemos la certeza que en Mendoza, debemos concretar programas de ayuda, de protección y de contención para los pilares básicos señalados; nuestra obligación es la de sostener el trabajo, a las pymes y emprendedores e iniciar un camino de asociación e integración entre la producción, la comercialización y el consumo local.

Allí también fundamentalmente, esta el Enoturismo, la gastronomía y los vinos, que tanto costo darle identidad y hacerlo conocer al mundo.

Siempre y en toda recesión mundial se produce inexorablemente una alta caída del comercio internacional. Alguien tiene duda que esto será así? y que es una incógnita cómo salimos de esta profunda crisis humanitaria? Alguien puede saber con certeza si saldremos en forma de V o será una larga e imprevisible L?

Tenemos otras incógnitas por develar. El comercio internacional post pandemia producirá sin dudas acontecimientos desconocidos hasta ahora. Veníamos al galope de la globalización, de la internacionalización y de la apertura de mercados, hoy visualizamos que el protagonismo del futuro lo tendrán varios otros temas, que serán puestos de manifiesto en próximas notas en honor a la brevedad.

Hoy queremos poner de relieve dos temas que pondrán de cabeza a los mercados internacionales, que son: uno el “proteccionismo comercial” que vendrá en muchos países, algunos no tan remotos (una pauta nos las dio que cada país, aún más allá de los bloques comerciales, llámense Unión Europea, Mercosur, etc, etc; se aseguraron con rapidez tanto el suministro de alimentos, como los productos de salud) y el otro protagonista en cada País, será la “reubicación interna de las etapas de producción”, para no depender tanto de terceros y evitar así en el futuro desabastecimientos para sus ciudadanos.

Y esto de cerrar las etapas de producción abiertas al mundo como venían hasta ahora, no es un dato menor porque ello producirá efectos para lo que se denomina complementariedad e integración (costará encontrar insumos y mucho más encontrar para  importar algunos bienes de capital para satisfacer nuestra producción orientada al consumo y darle valor agregado.). De allí la importancia de encontrar ese camino adecuado a nuestro trabajo y a la producción local.

“Por eso nuestro programa de Asociatividad Empresarial Internacional tiene un futuro brillante y esperanzador, porque en su núcleo, más allá de las fronteras y del proteccionismo de países y de bloques económicos, tiene esencialmente la fidelización entre producción y comercialización”.

Ahora bien, si nuestros dirigentes insisten en no enfocarse en las certezas del presente y no atender los pilares básico de nuestra economía: “trabajo, producción y comercialización local” y prefieren apostar por una etapa, que nadie puede predecir ciertamente y pronosticar en el futuro inmediato, que está plagada de incógnitas, les dejamos una sugerencia: pasen rápidamente a una etapa del conocimiento que día tras día nos deslumbrará.

Aunque lamentablemente no trabajar, como señalamos en otra nota en «anillos de contención» que constituyen las certezas del presente, el futuro inmediato nos encontrará con persianas bajas, sin emprendedores, sin pymes y con un desempleo atroz.

El mundo que viene es el de la digitalización. Mendoza no estará ajeno a ello y en ese futuro no habrá lugar para improvisaciones. La internacionalización del futuro viene enlatada en una plataforma digital y allí se asentará nuestro ecosistema global.

Dr. Jorge Nelson Ripa

www.ripa.com.ar

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